viernes, 15 de noviembre de 2013

Enseñale a tus hijos a ser agradecidos


Alrededor del día de Acción de Gracias y las fiestas Navideñas y de fin de año, muchas familias planean actividades para dar gracias por todas las cosas positivas en sus vidas y muchos padres nos planteamos ¿cómo les enseñamos gratitud a nuestros hijos? Pero para enseñar a los niños a ser agradecidos y apreciar a su familia y su entorno, hemos de transformar el proceso de dar gracias en un acto diario. Los niños pequeños aprenden mayoritariamente del ejemplo de su entorno, lo que ven que hacen sus papas y cuidadores. Así que el primer paso en enseñarles gratitud a nuestros hijos pequeños es modelar para ellos nuestras propias acciones de dar gracias. Padres agradecidos y considerados criarán a hijos agradecidos y considerados.
Para los niños menores de dos años el concepto de dar gracias es todavía muy abstracto. Si bien los niños chiquitos entienden que pueden hacer cosas para hacer felices a sus papás y a las personas de su entorno y que éstos a su vez pueden hacer cosas para hacerles felices a ellos, dar las gracias por estas acciones es algo que todavía no están listos para hacer por su nivel de desarrollo. Hacia los 2-3 años los niños pueden empezar a comprender qué significa dar las gracias pero generalmente es por cosas concretas, como algo material (gracias por un regalito, por un juguete…) o por una persona (gracias a mamá a papá…) No es hasta más o menos los 4-5 años que el desarrollo moral les ayuda a entender conceptos más complejos de gratitud como dar las gracias por las acciones de alguien.
Teniendo el desarrollo de tu hijo en mente, te ofrecemos unos consejitos generales que pueden ayudarte a promover la gratitud en tus hijos:
  • Den gracias todo el año: la consistencia al ser agradecidos durante todo el año ayudará a desarrollar esta habilidad en tus hijos.
  • Den gracias por cosas no materiales: es la mejor manera de enseñarles a tus hijos que no sólo agradecemos las “cosas” sino sobre todo las acciones de las personas.
  • Den gracias por las cositas pequeñas: los detalles son una parte muy importante de desarrollar un sentimiento de gratitud y para enseñar a apreciarlos es necesario valorarlos en el día a día.
  • Cuando reciban regalos, ayúdalos a dar las gracias y a apreciarlos. Si recibe muchos regalos a la vez (como en una fiesta de cumpleaños) prueben de no abrirlos todos de golpe, sino de a poquito con tiempo para jugar y apreciar cada uno.
  • Hagan que sus pequeños participen en el proceso de escribir tarjetas de agradecimiento (tanto por cosas materiales que han recibido como por actos bonitos – asistir a su fiesta, invitarle a una cita de juego…) Los niños bien chiquitos pueden participar en hacer tarjetas de agradecimiento, haciendo un garabato, dibujito y si ya saben escribir pueden poner sus iniciales, su nombre o hasta un mensaje.
  • Con niños más mayores, hablen frecuentemente de las cosas por las que están agradecidos. Pueden crear un ritual haciendo una rueda de agradecimientos a la hora de cenar cada semana o incluirlo en la rutina de ir a dormir.
  • Dales responsabilidades a tus hijos (de acuerdo con su edad) como recoger jsus uguetes o ayudarte a poner la mesa. Agradéceles sus acciones y modela así gratitud por los actos de participación en el día a día de la familia.
  • Involucra a tu familia (especialmente a los niños más mayores) en alguna actividad donde ayuden a personas más desafortunadas. Hay muchas acciones que pueden hacerse, ayudar a familias que no tienen casa, comida, que tienen algún familiar enfermo. Aprovechen estas oportunidades para enseñarles la importancia de ayudar a los demás y de agradecer las cosas positivas que todos tenemos en nuestras vidas.
Recuerda, el mejor maestro para enseñar gratitud eres tú. Así que no te olvides de modelar gratitud y generosidad – tus hijos y tu familia lo agradecerán… Además los estudios demuestran que las personas que muestran gratitud hacia su entorno ¡son más felices

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