Ellos comienzan como víctimas en sus propios hogares de la negligencia, abuso físico, abuso sexual y extrema pobreza. Eventualmente ellos salen a las calles esperando escapar de sus problemas, únicamente los cambian por otros, tales como: la explotación sexual, adicción a las drogas y al crimen. La vida en la calle es dura. Los niños de la calle duermen en las alcantarillas, techos, entradas a los estacionamientos. Llevan una vida de inquietud, con un temor constante de ser atacado por las autoridades locales o por otras pandillas. Esta nos es vida para ningún ser humano, menos para un niño. Desafortunadamente la mayoría de ciudades en Latinoamérica no tienen albergues para jóvenes o un sitio donde los niños como estos pueden acudir. La única esperanza que estos niños tienen es sobrevivir, su único sueño es no estar hambrientos y su única oportunidad es que alguien en algún sitio los ayudará. |
domingo, 19 de enero de 2014
Niños en la calle, ¿porque no tienen un lugar para ir?
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